2014 | La esterilidad es quebrada

No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. Deu 12:8-9

2014, inicio del glorioso 4to desde aquella convocatoria masiva del Señor en el año 2010.  Pero no vivimos de las glorias pasadas… el hoy, en el Reino de Dios siempre tiene un mayor peso de gloria que el ayer, (aunque la gratitud al Señor por todo lo vivido se expresa con cada latir de nuestro corazón).

“Es el año del inicio del proceso de conquista”

Cuando uno piensa en conquista, la tendencia es ver una acción, un evento, no un estado permanente.

TransormaNación dio inicio a este año cuatro. La fidelidad de los ministros de la nación y de las naciones Americanas, se hizo notoria una vez más. Y el Señor nos volvió a sorprender, nos conquistó otra vez con la frescura de su Espíritu, la profundidad de su revelación, para llegar al núcleo de la problemáticas de las naciones y de la iglesia en las naciones. Frente a la conquista, la dirección de Dios no fue la de un evento, sino la de un proceso de conquista. Un proceso de siete años. Donde el eje del problema es la cultura de la iglesia y de las familias. Nos insertó en un proceso de siete años dando inicio al “Proyecto de Transformación Cultural”, implantando la cultura del reino de Dios en las naciones de la tierra.

Cuando la iglesia no entra al Reino de Dios y su justicia, es semejante a Israel cuando no había entrado en el reposo ni había poseído la tierra. Cada uno hace lo que quiere o lo que le parece y hay diferentes niveles de asimilación de la cultura de los hombres que nos quita la efectividad con que Cristo diseñó la iglesia. Ese fue el grave problema de Israel, la asimilación cultural de las naciones por donde andaban. Lo que Israel vivió nos fue dejado escrito para que aprendamos de ellos para que no cometamos sus mismos pecados.

Es allí donde volvemos a la piedra fundamental que es Jesucristo, quien vino a traer el Reino de Dios y todo reino tiene su propia cultura. Israel fue un reino, el Islam es un reino, Babilonia es un reino, tienen su propia cultura. La debilidad del cristianismo es que teniendo el acceso al reino de Dios, no ha entendido la necesidad de vivir como Reino, adoptando una cultura de justicia.

Es por eso que estos siete años, son años asociados a los siete días de la creación. Donde el año se separará en cuatro etapas de tres meses, donde las iglesias en casas, las congregaciones deberán ir desarrollando hábitos, niveles de ordenamiento, frutos, que establecerán las competencias necesarias para seguir adelante con las otras etapas. Seis años de proceso y un año de ajuste. Siete años que cambiaran por completo nuestra cosmovisión que preparán una casa agradable al Espíritu Santo, nos transformará a un nivel de vida superior conforme a la imagen del Hijo de Dios.

Para dar apoyo a los ministerios del reino de Dios, se ha creado un sitio al que le es imperioso acceder y ver los materiales disponibles, si es responsable principal de un ministerio, interiorísese y súmese al proyecto. Ingrese awww.transformacioncultural.com no deje de entrar a la pagina de Recursos del PTC, allí tendrá hermosos vídeos y materiales que te proyectaran a una plataforma de revelación y entendimiento de Reino y reforma, donde comprenderás lo imperioso que es desarrollar una cultura de Reino, si queremos establecer un evangelio que trascienda generacionalmente y se perfeccione.

2014, estamos en movimiento, con más fuerza que nunca antes, con toda la expectativa de ver la Gloria de Dios derramarse en las naciones, en la casa de Rubén, la iglesia Argentina.

No hay mejor forma de conquistar una nación, que transformando su cultura. No hay forma de cambiar una cultura, si primero esa cultura no está desarrollada y dando frutos en nosotros. Trabajemos por una cultura de Reino, unámonos en el “Proyecto de Transformación Cultural”.

Crezca el Temor de Dios sobre la casa de Rubén, para no apartarnos tras camino de hombres, aun tras las tradiciones que como iglesias aprendimos, no desperdiciemos la oportunidad histórica que Dios ha dado a Rubén de demostrarse maduro y fiel delante del Padre. Que nuestro amor por el Padre y nuestra pasión por complacerlo se renueve día a día, rompiendo los límites de nuestra entrega en una expresión de adoración viva y constante.

Justicia, paz y gozo sea sobre la Casa de Rubén.

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